Cuando pisó la Luna el 21 de julio de 1969, el astronauta Neil Armstrong pronuncia una frase que ahora pertenece a la herencia de la humanidad y permanece cincuenta años después, aún mítica, ya que persigue a toda una generación de personas. hombres y mujeres
"Ese es un pequeño paso para el hombre, y un gran salto para la humanidad". Neil Armstrong, 1969.
Vincent Fournier , un artista graduado en sociología y de la Escuela Nacional de Fotografía de Arles, aceptó esta invitación a los sueños y desafíos planteados por esta conquista cósmica. Durante los últimos diez años, ha estado viajando por el mundo en busca de lugares, situaciones o reuniones relacionadas con la exploración espacial.
Desde Baikonur a Grenoble, a través de Estados Unidos, Asia, India, Rusia o Noruega, el artista viaja por el planeta para enfrentar nuevos espacios y territorios, como una búsqueda ilimitada de La búsqueda de estos mundos imaginarios.
Fotógrafo de lo maravilloso, pero no de lo sensacional, Vincent Fournier procede a la exploración metódica de estos lugares casi virtuales, ya que parecen esquivos y distantes. Las arquitecturas vernáculas de las salas de máquinas o salas de entrenamiento del astronauta representan así un mundo mecánico y robótico, donde los cables y las redes interconectadas se enfrentan a paisajes naturales o maravillosos, desolados o vertiginosos.
Esta exploración demuestra una vez más que la puerta a este lugar idealizado de otra manera sigue siendo para el hombre una fuente de maravilla eterna. curso fotografía Santander Hector Barrero
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